En la víspera de Navidad, nada causa revuelo, ni siquiera hay rastro alguno de Jerry, o es lo que parece. Pero cuando Jerry sale de su agujero, se encuentra con un regalo...
Tom debe atrapar a Jerry pero sin causar destrozos. La dueña de Tom, le dice al gato que si rompe una cosa más será expulsado de la casa. Naturalmente, el ratón se aprovecha de esta ventaja, y comienza a lanzar vasos de vino, platos de cerámica, teteras, y otros objetos frágiles.